Leemos la Palabra y contemplamos la imagen de N. S. de Luján. (Ver imagen ¡Somos de la Virgen nomás! en la galería al final de la publicación).
María, mujer de aquí.
Y como faltaba vino, la madre de Jesús le dijo:»No tienen vino» (Jn 2, 3). Llevarás en brazos a sus criaturas y sobre las rodillas las acariciarán; como un niño a quien su madre consuela, así los consolaré yo y en Jerusalén serán consolados. (Is 66, 12-14)
Te dejamos una meditación que podés leerla en PDF o escucharla con el audio.
Finalmente, nos consagramos rezando, como familia diocesana, nuestra oración a la Virgencita. (Ver imagen Oración de Consagración en la galería al final de la publicación)